4 hojas, una excepción de la naturaleza
Por: Florencia Luna
En una industria musical acelerada por las dinámicas laborales, comunicativas y económicas, regidas por la inmediatez, criterios de marketing y la ausencia de grupalidad como forma de construcción posible, “Tréboles” florece en suelo tucumano, levantando la voz para destacar la singularidad de su proyecto.
Tras 9 años desde su fundación, este cuarteto femenino que evoca con su nombre a la mítica planta asociada con la suerte, relata cómo fue su propia vivencia de esa magia sonora, en un camino de encuentros, desencuentros, viajes, discos y mutaciones, por la vida misma y el anhelo de materializar el significado de ese trébol que las unió.
Integrado por 4 músicas femeninas (tres tucumanas y una salteña), las cantoras comparten este espacio creativo, humano y musical como un refugio que invita a explorar y compartir emociones a través del arte y a descubrir sus posibilidades sonoras.
¿Quiénes son las artífices de este proyecto? El histórico dúo de Viví Vargas y Nancy Pedro, junto a Estela García y María Dip.
Sonidos pandémicos
El trayecto hacia la creación de Tréboles no fue inmediato. Esta idea surgió en un contexto adverso para los ensayos o discusiones presenciales, pero aún así persistió el deseo y las ansias de convertir la música en lo que Viví y Nancy definen como un lugar de encuentro, de comunidad.
Comenzaron como un dúo vocal en 2021, pero el tiempo y las canciones exigieron más. La incorporación de nuevos instrumentos como la guitarra y el chelo enriqueció su repertorio, abriendo puertas a nuevas obras. Con cada paso, fueron sumando músicos, creando una sinfonía de influencias diversas.
¿Por qué un trébol?
El nombre “Tréboles” no es casualidad. Conformado por cuatro hojas, como los cuatro talentos que conforman este proyecto. Cada hoja representa un trayecto singular. Nancy detalla la razón por la que esta plantita identifica la esencia del grupo:
“Porque crece y puede hacerlo en cualquier lado. Porque simboliza la buena suerte, la buena fortuna. Porque la magia está cuando son 4 hojas, 4 partes.”
El cosmos de Tréboles
Estas bohemias se definen en palabras de Nancy como músicas, buscadoras, hacedoras, cantoras y experimentadoras. Su colectivo interpreta, siente y respeta cada propuesta musical, conjugándola en un cancionero habitado por una mezcla de géneros musicales como el folklore, el rock nacional, cumbia colombiana , coplas populares del NOA y toda Latinoamérica. Su repertorio está compuesto por un popurrí apto para todos los gustos.
Escuchá del disco “De cuerpo entero” completo en esta playlist:
La construcción de esta mixtura es un proceso colaborativo con procedimientos casi asamblearios, donde cada voz cuenta.
María Dip resalta cómo esto es posible: El repertorio está pensado en la pluralidad de gustos e influencias. También pensando que somos de planetas distintos como alguna vez me dijo Nancy y reafirmando que somos parte de un cosmos y cada una, un planeta de ese conglomerado cósmico.
La música de Tréboles no tiene fronteras; su canto es encauzado por sus voceras a distintos destinos.
Para Nancy, Tréboles le canta a la gente. A los corazones de las personas. Para María Dip, Tréboles canta , cita, recupera, homenajea y comparte la vida en música en cada sonido y con la manera en que se hace cada parte.
Las 2 voces taficeñas y salteñas, se mezclan con las manos valientes de sus compañeras para crear un sonido único y envolvente.
Filosofía trebolezca
En este espacio de testimonios, decires y sentires, Tréboles reanuda sus canciones con sus experiencias iniciales, donde emergen sus raíces y pasiones musicales. A cada una de sus integrantes les retrotrae experiencias similares, ya que provienen de la educación coral y la música popular criolla y . Por ello, María aprovecha la oportunidad para profesar que:
“La infancia posibilita, capitaliza y renueva siempre el canto, las ideas, lo motivador y desafiante del juego que es en definitiva hacer música, tocar, cantar y escuchar en simultáneo.”
¿Qué se pone en juego, en este “juego” para ellas al momento de cantar? ¿Qué se transmite de esto?
Para una de sus vocalistas, Nancy Pedro es: El corazón. La lucha. Las convicciones
Y en relación a ello, para Viví Vargas, tiene que ver con: El lugar que me costó conquistar de mi misma, y que algo bueno le llegue al otre.
Maria Dip, concluye en que se pone todo. Mente, cuerpo, alma, proyección, deseo, emoción y nace siempre una versión única.
Los deseos de este conjunto se encaminan a transmitir sensibilidad, reflexión, alivio, conexión, viaje, alegría y disfrute ¿Y qué lugar no sería mejor para esto, que un Disco?
En palabras de Nancy:
“Un disco es la materialización y la eternización de lo construido. Es un puente de acceso y un camino hacia más personas. Además el proceso de grabación afirma y fortalece cualquier proyecto.”
En medio de la revelación de este deseo, surge un interrogante final para quien relata la historia y es si ¿Hay algo del contexto argentino en particular que estas músicas quisieran cambiar y si es que eso se puede manifestar en un disco? La respuesta de cada una de ellas siembra esa esperanza.
Nancy desea: que las personas se encuentren. Se acerquen. Se respeten. Que se multiplique la empatía. Que se registre el bienestar como un derecho. Que la voz salga para afuera. Los conciertos o las canciones hermosas son un espacio de refugio y resistencia.
En la visión de Viví, se manifiesta el peso y el poder de la palabra: Me gustaría que nos aprendamos a escuchar, cada quien con su mensaje, defender este espacio musical donde es muy poderoso el rol de decir , aprovecharlo y sacarlo todo afuera como la primavera.
María, aclara esta duda con una cautivadora síntesis:
La música mueve y por eso definitivamente se produce un cambio. El camino es todas las direcciones. Más que cambiar en el sentido de dejar atrás algo o descartar, deseo agregar, sumar e involucrar más intervención.
Por seguir
En este proyecto de permanente mutación, hay un rasgo que continúa inmóbil, el que motoriza todos los arreglos, composiciones y coros que escuchamos en los escenarios tucumanos. Este, es el orgullo que sienten sus 4 fundadoras en apostar al canto grupal, al encuentro y la resistencia al auto-tune, a la estandarización de los sonidos, de las voces, del sentir en su universo trebolar. Es la entrega total de su alma cantora al encuentro humano como herramienta artística, sin más herramientas que la voz, sus instrumentos y el corazón en la garganta, cada vez que toca compartirlo a su público.
Este 23 de noviembre, hacen su aparición con un primer show anual en el Centro Cultural Virla, en un encuentro denominado “Urdimbre Sonora”, donde compartirán escenario junto a otros proyectos amigues como Malamba y la Grupa cantora. Todo esto, en el marco del 12º noviembre de la música y la música independiente.
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