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7M:¿Dónde estamos las lesbianas?

Por: Florencia Luna

El 5 de marzo se cumplieron 10 meses de uno de los lesbicidios más espantosos de 2024. En Barracas, un hombre de 62 años acabó con la vida de 3 mujeres que convivían juntas en una pensión del barrio, lanzándoles una molotov por su ventana mientras dormían. Fernando Barrientos asesinó a Pamela Cobbas, a Mercedes Roxana Figueroa y a Andrea Amarante. Hubo una 4ta mujer sobreviviente del hecho, Sofía Castro Riglos. Vivían en condiciones de hacinamiento, como muchas otras personas de la diversidad, expuestas por la marginación familiar, laboral y social. El autor del crimen de odio aguarda con prisión preventiva, procesado por “triple homicidio agravado por alevosía e incendio”.

 ¿Cómo viven las identidades lésbicas de Argentina desde entonces? ¿Dónde están esas lesbianas que el Estado no supo ver?

A lo largo y ancho del país, el
CONICET, en colaboración con organizaciones sociales y el Instituto Nacional de Población, realizó un censo orientado a conocer las condiciones de vida de la población LGBTIQ+ en Argentina.

 


El estudio fue realizado con encuestas a
personas residentes de Argentina de 16 años en adelante y analiza diversos indicadores que forman o modifican los proyectos de vida de esta  comunidad: lugar de nacimiento, vivienda, estudios, educación, trabajo, medios de subsistencia, salud física y mental, relaciones, vínculos y redes como así también violencias y discriminación (social, escuela, trabajo, familia, fuerzas de seguridad, etc) y acceso a la justicia
El trabajo reportó la existencia de un 17,2% de personas que se identifican como “lesbianas”. Al momento de la encuesta, sus lugares de residencia se concentraron en AMBA (40%) y la región pampeana (34,6%). No obstante, como sucede con frecuencia dentro de esta comunidad, un 30,8% resultó ser migrante Inter-provincial. Un 7,8% se reconoce descendiente de pueblos originarios y un 2,3% como afrodescendiente.
A pesar de las leyes y normas jurídicas de protección a este colectivo ya vigentes en el país, en ciertos lugares aún persisten las violencias, la discriminación social y laboral. La comunidad lésbica aún se enfrenta a entornos hostiles y de acoso, que vulneran su integridad física y su salud mental. Esto podría ser un indicador de las razones de migración de esta comunidad:

 

  • un 18,3% afirmó haber sido agredida o discriminada por su orientación sexual, por sus compañeros de estudios(en escuela o universidad)
  • Un 86,4% señaló que sus familias tienen conocimiento de su orientación sexual. De esta misma población, un 14,8% recibió tratos con enojo, evitación o cortes en la comunicación. Un 20,9% recibió agresión física o verbal. Y un 35,7% recibió intentos de “corregir” a través de un profesional, autoridad religiosa u otra institución. Un 8,2% fue expulsado o se le prohibió el ingreso al hogar. 

     


Precarización laboral

Si bien la cifra laboral mejora en este caso, siendo la población lésbica la que más cifras de ocupación alcanza( 82,1%), fuera de ese índice, un 11,3% de la comunidad manifestó estar desocupadx. Un 7,9% señaló haber sido despedida o desestimada de su trabajo en los últimos meses de esta encuesta y un 12,6% recibió agresiones y discriminación. 
La encuesta arroja datos con mayor índice de ocupación en áreas de: 
  • ciencia y educación(44,4%)
  • Técnicos o profesionales de nivel medio (17,6%) 
  • y trabajos en servicios de atención al público o comercios (16,3%), 
Pero la mayoría de sueldos no superan los $120.000 (22,4%), mientras el segundo grupo(17,7%) registró ganar más de $120.000 pero llegando a un tope que no supera los $200.000. Al momento en que se realizó esta encuesta, a fines de 2023, un salario mínimo vital y móvil debía alcanzar $156.000. 

Plantar una maceta, tener pareja, pagar un alquiler

Los números de vivienda y familia o “convivencia” aumentan en la población lésbica, junto a la gay, ya que arrojan una cifra de
25,3% de personas viviendo en pareja. Un 51,6% no posee o no pudo acceder a vivienda propia y alquila en PH, departamentos o pensiones. En cuanto al sostén de estos hogares, las fuentes de ingreso provienen de 2 rubros: un 22,5% de la pareja  y un 23,4% con ayuda de sus madre/padre.

Mentes vulnerables y vulneradas

En las respuestas referidas a la
salud mental, los datos son más alarmantes. Un 52,8% tuvo ideación suicida. Un 93% reportó problemas de estrés, un 88,2% problemas de ansiedad y un 40,9% reportó depresión. A esto, se suman el índice de maltratos y agresiones en ámbitos de salud públicos, siendo un 16,3% 

Vida pública, redes sociales y ocio

Las calles y las redes sociales, todavía no son un espacio amigable para las lesbianas de Argentina. Un 31,2% afirmó haber recibido amenazas, burlas o agresiones por parte de vecinos o personas conocidas. Un 14,5% fue víctima de extorsión, amenazas, insultos y maltratos por redes sociales y a un 6,4% se le prohibió la entrada o permanencia en comercios o boliches. 
El 2025 comenzó con los dichos homofóbicos del presidente Javier Milei en el Foro Mundial de Davos. 
Entonces ¿Qué posibilidades hay de una existencia libre de prejuicios para las identidades lésbicas en Argentina? La comunidad se enfrenta no solo al lesboodio de sectores religiosos y conservadores, sino también a la desidia y negacionismo de sectores partidarios abiertamente fascistas que hoy son gobierno.
Los debates y la organización colectiva serán claves para incidir en la agenda pública.

Meta Crisis, periodismo desde la periferia. Tucumán, Argentina