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Alperovich, Rojkés y Lucci: la voracidad sin límite

Por: Sebastián Lorenzo Pisarello
¿En qué se parecen José Alperovich y Daniel Lucci? En que son dos de los empresarios más ricos de Tucumán, tienen negocios diversificados y ambos enfrentan denuncias—en el caso del exgobernador, una condena—por violencia de género. Además de los parecidos, hacen negocios y tratan de evadir responsabilidades empresariales. Hermanados. 
Mientras Alperovich lidia con la Justicia federal y solicita su libertad condicional, y Lucci enfrenta denuncias por delitos sexuales y violencia contra su exesposa, en conjunto impulsan un emprendimiento inmobiliario que fue clausurado por la municipalidad de Tafí Viejo debido a una serie de irregularidades.
Se trata del proyecto Country Cantares, situado en la Ruta Provincial N° 314 S/N, perteneciente a Tafí Viejo. Este emprendimiento lo lleva adelante el fideicomiso AVE, conformado por Viluco de Daniel Alberto Lucci y AVANCO S.R.L., representada por Rubén Rojkes y José Mario Laks. Uno de sus dueños es también José Alperovich, según sus propias declaraciones juradas presentadas ante la Oficina Anticorrupción en 2019.
Se trata de un emprendimiento de más de 45 hectáreas que, según informó la propia empresa, se vende a un costo entre 69 y 96 dólares el metro cuadrado según su ubicación y si es financiado. La mayoría de los lotes ya estarían vendidos, pues la obra se financia con los compradores. 
La obra presenta diversas faltas que muestran la voracidad de los privados y su afán de lograr la mayor ganancia posible al menor costo, sin ninguna conciencia social. También son un reflejo de las tensiones entre el Estado, que debe garantizar el bien común y cuidar los intereses de las mayorías, y los empresarios que buscan garantizar exclusivamente su propio lucro.
Si bien Cantares es un caso polémico, la mayoría de los loteos en la provincia se desarrollan de forma irregular porque claramente es mayor el rédito económico para el emprendedor. 

LAS IRREGULARIDADES

Como punto central de la disputa, el fideicomiso no contempló la donación de tierra obligatoria por ley provincial N° 5380 y por ordenanza municipal. Se trata de 22 mil metros cuadrados destinados a espacios verdes, equipamiento comunitario y el Banco de Tierras de Tafí, una iniciativa municipal para que trabajadores informales puedan acceder a lotes con servicios a través de un costo mínimo. El fideicomiso “ofreció” donar 12 mil metros cuadrados para espacio verde situados al final de lo que será el Country, en un lugar marginal, de difícil acceso y situado en un lugar que casi nadie podrá llegar ni disfrutar. 
Hay un detalle que devela el verdadero rostro de los empresarios tucumanos: construyeron un muro de 4 metros de alto y 300 de largo. Detrás de ese muro, están esos lotes. El informe técnico plantea que “se percibe como una barrera que potencia la fragmentación socio-urbana“. En palabras de una alta municipal “parece la muralla que separa México de Estados Unidos”. Incumple además una ordenanza municipal que prohíbe la ejecución de cerramientos o muros ciegos que superen los 2,5m de altura.
El otro aspecto tiene que ver con las lagunas de laminación que aún no se construyeron y no se observa espacio suficiente en la obra para su construcción. La función de estas lagunas es mitigar el riesgo de inundaciones. Sí hicieron un canal para que el agua no les impacte hacia adentro de su emprendimiento inmobiliario. Sin embargo, según técnicos del municipio, el riesgo es que el agua impacte de la peor manera a los vecinos que están zona abajo del terreno, quienes denunciaron esto ante la municipalidad.
La disputa Municipio-Fideicomiso recién arranca. Es que estas grandes empresas inmobiliarias suelen construir en comunas rurales y están acostumbradas a hacer lo que quieren porque allí los controles son más flexibles y las posibilidades de freno estatal más débiles. Acostumbrados a la prepotencia, lidian con una gestión municipal que decidió ponerle freno a la insaciable voracidad empresarial.   

LOS PERSONAJES

Daniel Lucci es uno de los herederos del imperio agroindustrial creado por su padre, Vicente Lucci. Junto a su hermano Pablo, dirigen Citrusvil, la mayor industrializadora de limones del mundo, lo que los llevó a figurar en el puesto 37 entre los 50 más ricos de Argentina en 2020, según la revista Forbes. Citrusvil tiene un millonario contrato con Coca-Cola, que paga por los derivados industriales del limón. Además, tienen otras importantes compañías, como Viluco, Engordar, El Pucará y Nueces de Catamarca. Se dedican a la citricultura y sus derivados, la producción de nogal, ganadería, cultivos de caña de azúcar, cereales, legumbres y forrajes, entre otros productos agrícolas. También han incursionado en los biocombustibles, la construcción, el desarrollo de countries y los negocios inmobiliarios.
José Alperovich, según su propia declaración jurada de 2019, es dueño de un grupo de empresas que incluye a las firmas Avanco SRL, La Galesa SRL y León Alperovich SACIFI. Sobre Avanco, en aquel momento señaló que “es una constructora que cuenta con 177 empleados y que contrata a casi 200 empresas como proveedoras”. Alperovich fue gobernador de Tucumán entre 2003 y 2015 y luego Senador Nacional hasta 2021. En 2019, fue denunciado por abusos sexuales por una sobrina que trabajaba con él. Por eso, recibió 16 años de prisión en junio pasado como responsable de tres hechos de abuso sexual simple y seis hechos de abuso sexual agravado por haber sido cometidos con acceso carnal.
Entre Alperovich y Lucci cuentan con una fortuna que probablemente supere los ingresos del 99% de los tucumanos. Sin embargo, nada les resulta suficiente y siguen buscando acrecentar fortunas a pesar de las graves causas judiciales que enfrentan. Hay algo más: buscan hacer lo que quieren, y no importa si hay o no leyes que lo impidan.
Rubén Rojkés fundó Avanco allá por 1992. El 7 de septiembre de 1998, se incorporó José Alperovich y se asoció a él con porcentajes igualitarios. Avanco SRL creció notablemente, sobre todo desde 2003, con Alperovich como gobernador, ya que ese año incorporó el rubro agropecuario a sus actividades, en sintonía con el boom sojero.  

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Meta Crisis, periodismo desde la periferia. Tucumán, Argentina