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La entrega avanza

Por: Camila López Morales 

 

¡Feliz 9 de Julio! la Patria está a la venta
El 9 de julio de 1816, el Congreso de Tucumán declaró la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata del dominio español y de cualquier otra dominación extranjera.
Hoy, a 209 años de aquel grito de libertad, en Argentina nuestros gobernantes juegan para el equipo contrario: las políticas están sujetas a intereses foráneos y la renuncia a nuestra soberanía se volvió una política de Estado. Compartimos siete puntos que evidencian que estamos lejos de ser el país soberano que alguna vez fuimos:
1. El regreso de las “relaciones carnales” con Estados Unidos
Como en los años 90, las políticas argentinas hoy están alineadas a los intereses económicos y geopolíticos de EE.UU. La activa presencia del Comando Sur en nuestro país es un ejemplo de ello. Sus visitas no se limitan a la “cooperación militar”, sino que se insertan en la disputa global por recursos estratégicos, el control del Atlántico Sur, la Antártida y las rutas bioceánicas. Desde que asumió la presidencia, Milei solo visitó Ushuaia cuando vino el Comando Sur. De la mano con esto, Estados Unidos es el destino predilecto del Javo: ya lleva diez viajes desde noviembre de 2023 hasta hoy. Se nota mucho muchachos.
2. El endeudamiento con el Fondo Monetario Internacional
Argentina sigue siendo el mayor deudor del FMI. En abril, el gobierno de Milei acordó un nuevo préstamo por 20.000 millones de dólares. El acuerdo incluye compromisos como una reforma previsional, flexibilización laboral y nuevos recortes en el gasto público, profundizando la crisis económica y la dependencia estructural con el organismo.
3. El involucramiento de Argentina en conflictos bélicos externos
La fidelidad ciega a Israel representa un peligro latente. Durante el conflicto con Irán, Milei respaldó los ataques israelíes y calificó a Irán como “enemigo de Argentina”. En cuanto al genocidio en Gaza, desde que Milei es presidente, Argentina vota sistemáticamente en favor de Israel y rechaza resoluciones humanitarias impulsadas en la ONU.
El abandono de la histórica postura de neutralidad limita el margen diplomático y puede afectar las relaciones con países del mundo árabe y musulmán. Involucrar al país de forma activa y unilateral en conflictos ajenos compromete nuestra seguridad y nuestros vínculos económicos con socios estratégicos.
4. La apertura comercial 
Bajo la bandera de la “libertad de mercado”, el gobierno de Milei lleva adelante una apertura comercial flexibilizando controles y regulaciones. Esta política nos deja en desventaja frente a economías más desarrolladas y subsidiadas. Y esto profundiza la desindustrialización, debilita la producción nacional y condena a las pymes a competir en condiciones desfavorables. 
5. El déficit de cuenta corriente
La pérdida de soberanía económica se evidencia también con el creciente déficit externo (salen más dólares de los que entran al país). Según el INDEC, la cuenta corriente tuvo un rojo de 6.191 millones de dólares en el primer trimestre de 2025. La principal causa fue la balanza de servicios: 4.502 millones de dólares de déficit, con el turismo representando 3.464 millones. El dólar planchado incentiva los viajes al exterior y las importaciones y desalienta la producción nacional. Esta política cambiaria profundiza el industricidio por el cierre de fábricas y la pérdida de empleos a lo largo y ancho del país.
6. El abandono del reclamo soberano por Malvinas.
Cuando Milei era candidato a presidente ya había declarado su admiración por Margaret Thatcher. Hoy su gobierno muestra muy poco interés en continuar con el reclamo histórico por las islas. Tanto es así que, en el acto del 2 de abril, Milei legitimó la autodeterminación de los kelpers. Asociaciones de veteranos, como CECIM La Plata y la Confederación Nacional de Combatientes de Malvinas, denuncian el giro entreguista y los recortes en políticas de memoria. Incluso lo denunciaron por traición a la patria por sus declaraciones. 
7. El fallo contra YPF
Nuestra soberanía energética está en juego luego de que la jueza neoyorkina Loretta Preska ordenara a la Argentina entregar el 51 % de las acciones de YPF para pagar una indemnización a un fondo buitre, como resultado de un juicio por la reestatización de la empresa. El fallo va en contra de lo que establece la ley de expropiación votada por el Congreso en 2012 y fue catalogado como una intromisión en la soberanía argentina por diversos sectores políticos.
Estos siete puntos no agotan el debate en torno a la pérdida de nuestra soberanía y la capacidad de decidir nuestro futuro. Podemos mencionar también el vaciamiento del sistema científico nacional y el RIGI que prioriza capitales externos por sobre los nacionales.
El martes, en la víspera del 9 de Julio, el presidente canceló su visita a Tucumán. El año pasado, la firma del Pacto de Mayo fue una puesta en escena que banalizó la gesta independentista. Mientras se evoca el legado de quienes rompieron cadenas con las potencias imperiales, el rumbo actual nos ata a intereses ajenos y nos aleja de un proyecto nacional autónomo.
El desafío sigue siendo el mismo de 1816: construir una Argentina libre, justa y soberana.

Meta Crisis, periodismo desde la periferia. Tucumán, Argentina