Con el paso de los años, la gente aún se emociona en este sitio cuando se realizan los desfiles cívico-militares de fechas patrias. La intención inicial de este espacio urbano cumplió el cometido de Bussi. Parece que desde el 76’ en adelante, una añoranza local busca volver a los tiempos de calles limpias durante el día y llenas de sangre por las noches. Algunos tucumanos parecen olvidar que con el ascenso de Bussi a la gobernación de facto en 1976 llegó la pena de muerte, sanciones a huelguistas, cesantías en la administración pública sin indemnización, persecución a civiles, dirigentes gremiales y sindicales, funcionarios del gobierno y hasta la captura y expulsión de personas en situación de calle.
¿Sabrá Tucumán que en la historia de Europa hubo otros “Bussis” que arrasaron barrios pobres con topadoras para la construcción de barrios nuevos en Roma? ¿Del Volkshalle alemán (Salón del Pueblo), o la Torre de Madrid? ¿Medirá con la misma vara la limpieza de calles si sabe que las efectuaron personas como Franco, Hitler y Mussolini?
El poeta y filósofo Friedric Schiller dijo una vez que “Lo que recibimos aquí como belleza, se nos presentará un día como verdad”.