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Timba y prostitución ¿Volvieron los viejos valores?

La estafa de ser novia virtual
Por: Florencia Luna 

El sector de jóvenes primerizos en el mundo laboral de Argentina viene transitando un proceso de cambios y reconversión desde la pandemia del COVID-19. A  muchos estudiantes que terminaban su secundario o que finalizaban una carrera universitaria, los esperaba un mundo de alta competitividad, pocos puestos laborales y leyes de flexibilización ¿Qué alternativas surgieron en este período? Gracias al COVID, apareció la  oportunidad de las empresas de streaming, entretenimiento y juegos de azar para captar potenciales consumidores y mano de obra barata. Un nicho de 13,1% de desocupadxs.

Promoción pandémica

Fue frecuente en esta época que aparecieran en la escena pública las “creadoras de contenido”: modelos, famosas y no famosas que se dedicaban al rubro de la prostitucion VIP, pero que lo trasladaron al formato virtual. Además del uso de Only Fans o cafecito se popularizó un fenómeno relacionado al “streaming de contenido para adultos” que son las “novias virtuales”. Este negocio ya tiene sus años circulando en ciertas plataformas, pero se está viralizando con reclutadoras a través de Tiktok o X (ex Twitter), que promocionan el trabajo.
El sistema es así: Si sos mayor de 18 años (supuestamente), podes crearte una cuenta e iniciarte en este mundo. ¿Las tareas? Tener videollamadas casuales con gente de otros países que busca tu compañía. Esto puede variar en los gustos del cliente: desde conversaciones triviales, hasta pedirte actividades sexuales explícitas frente a cámara. Todo esto a cambio de un salario en dólares. ¿Los requisitos? Disponer de un celular o computadora con cámara frontal y buen wifi.
Este modo de trabajo se está difundiendo cada vez más desde que existen plataformas como: Salsa Live, Livchat, Yameet o LivU.

 


Como trabajar en Pedidos Ya y Uber

 

La propuesta puede sonar tentadora, pero las condiciones no son muy distintas a las de cualquier app de trabajo express donde se pedalea una bici. Aquí también se tiene que buscar y captar la atención de varios clientes semanalmente, durante muchas horas, para recaudar una buena cantidad de dólares, o “premios” que te ofrece el sistema. No se conoce si estas Apps brindan algún tipo de ayuda para denunciar maltratos psicológicos y agresiones de otra índole. Capitalismo sexual explícito.
Estas videollamadas no funcionan solo creando la cuenta, se necesita ser “promocionada”. Y existe la opción de pagar por “publicitarte” y aparecer en las sugerencias de varios clientes. La otra opción es unirse a una agencia para ser “modelo” donde te reclutan y un moderador de videollamadas te deriva a clientes que soliciten alguien con tus medidas, talla y características físicas. De todos modos, las  ganancias se van reduciendo para poder sostenerte en el sistema. Esta especie de “call center sexual” no es muy diferente a los convencionales. 


En el
primer trimestre de 2024, según el INDEC la desocupación afectó un 8,4% más a las mujeres que a los varones. ¿Esto cómo influyó en las trabajadoras sexuales en Argentina? El dato más reciente de este rubro según un informe de AMMAR es que desde 2021 un 13% de mujeres y diversidades optó por el trabajo sexual virtual.
¿Y las condiciones de este trabajo? En 2024, un informe del INDACOR junto al Banco Interamericano de Desarrollo reveló que muchas trabajadoras del sector tienen bajo acceso a prestaciones de la seguridad social, trayectorias educativas interrumpidas, marcadas por la exclusión, condiciones habitacionales deficientes y necesidades básicas insatisfechas. Paradójicamente, estas personas son el principal sostén económico de sus hogares en conjunto a sus responsabilidades de cuidado. 
Sin ánimos de abrir un debate moral sobre esta práctica, es necesario cuestionar los protocolos que permiten que circule, se difunda y naturalice esta práctica ¿Qué hacen los Estados y los mismos CEOs de aplicaciones como Tiktok cuando se promueven estos trabajos de una forma tan light en las pantallas de menores de edad? ¿Quién controla el “para ti” y los algoritmos de la franja de niñxs y adolescentes? 
Este fenómeno también es una prueba más de que las brechas de género laborales aún persisten y se perpetúan con el avance de las políticas neoliberales, la desaparición del Estado de bienestar y la división sexual del trabajo. El resultado: mujeres jóvenes, sometiéndose a jornadas extenuantes y mal pagas frente a una pantalla a merced de la demanda de clientes.
Si algún detractor niega este fenómeno ¿Por qué desde la pandemia las mujeres seguimos en la franja de salarios más bajos? ¿Volvieron los viejos valores de nuestros abuelos? ¿Timba y prostitución? Hay una certeza y es que el mundo continúa creando trabajos “mejor pagados” para las mujeres solo si reducen su sexualidad a la servidumbre. La activista Carol J. Adams ya lo afirmó una vez: a las mujeres nos enseñan más a exhibir nuestro cuerpo que a habitarlo”.

Meta Crisis, periodismo desde la periferia. Tucumán, Argentina