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Infancias, movilidad y derecho a la ciudad

Entrevista a Mariana Salvador 
Por: Camila Lopez Morales

En agosto en Argentina celebramos el Día de las Infancias. Esta fecha es una buena ocasión para reflexionar sobre los derechos de un sector poblacional especialmente vulnerable en este contexto de crisis social y económica. En Tucumán, las ciudades no se caracterizan por ser amigables con las niñeces, por lo que hablar del derecho a la ciudad¹ de las infancias es más que necesario. 
El Área Metropolitana de Tucumán (AMET) resulta hostil para gran parte de su ciudadanía, y en particular para los más vulnerables: niñeces, adultos mayores, personas con discapacidad y sectores populares. Lejos de quedarnos en el lugar de la resignación y la queja -un lugar que a lxs tucumanxs nos gusta mucho-, podemos dejar ver estos atributos negativos como inmutables, y comenzar a pensar que podemos transformar el lugar donde vivimos. 
Ver más allá de nuestro lugar nos permite ver que otros territorios tienen o tuvieron los mismos problemas. Esto nos quita el preconcepto de que Tucumán es excepcionalmente difícil de habitar. 
En este marco, conversamos con Mariana Salvador, abogada, madre y activista en temáticas de movilidad sostenible con perspectiva de género. Actualmente se desempeña como Coordinadora General de Movilidad Activa en el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la Provincia de Santa Fe. Es co-fundadora de Argentina en Bici, una red nacional que cada año organiza el Foro Argentino de la Bicicleta.
En septiembre, Mariana visitará Tucumán con motivo de la 7ma edición del FAB. La asociación Meta Bici Tucumán será la anfitriona de este evento abierto al público que reunirá a ciclistas, activistas, especialistas, autoridades y organizaciones de todo el país para debatir en torno a la bicicleta como herramienta de transformación urbana, social y ambiental.
– Sobre la presencia de las niñeces en el espacio público, en los últimos años parece que cada vez vemos menos niñas y niños jugando o desplazándose por la ciudad. ¿A qué creés que se debe esta ausencia?
De este tema habla mucho Francesco Tonucci, y me voy a basar en él para explicar este fenómeno. 
Las ciudades han dejado de ser un lugar de encuentro para pasar a ser un lugar de paso, sobre todo en Latinoamérica. Las mismas se han transformado en lugares para trabajar, estudiar y comprar.
Del 100% del espacio total en una ciudad, un 20 o 30% es espacio público. De ese espacio público, generalmente el 75-80% son calles que están colmadas de vehículos motorizados circulando a gran velocidad o estacionados con externalidades negativas que afectan la calidad de vida².
En ese contexto la ciudad le niega espacio público de calidad, sostenible, seguro y vibrante a los niños y niñas: espacios de juego, paseos, experiencias, y seguridad a los y las cuidadores de los mismos. 
Una ciudad vacía o con pocas personas en la calle disfrutando, hablando, encontrándose, es una ciudad con mayor percepción de inseguridad
Una ciudad donde la totalidad de las calles son para el paso de vehículos motorizados que pocas veces respetan los límites de velocidad, es una ciudad peligrosa y que obliga a los cuidadores de los niños y niñas a mantener una tensión tremenda hacia el cuidado de los más pequeños.
En ciudades más grandes, además, los centros comerciales han ocupado un rol fundamental en la vida de las niñeces, una mini ciudad con seguridad pero que propicia el consumo, muchas veces aislando a las personas del paisaje, del entorno propio de la ciudad. Los ubica en un “no lugar”³.
Otro tema fundamental es el uso masivo de pantallas en niños, niñas y juventudes. Estas etapas tan importantes para el desarrollo y autonomía del ser humano, prácticamente no se transitan en “la calle”, jugando a la pelota, imaginando historias, hablando, moviendo el cuerpo. Hoy muchos pasan la mayor parte del tiempo en casas, departamentos y con pantallas. Existen estudios sobre las consecuencias que genera el uso de pantallas, por ejemplo Paola Busso y María José Elías, ambas psicólogas afirman “Cuando los niños son pequeños, la interacción directa con los adultos y la capacidad de observar el entorno físico son esenciales para su desarrollo cognitivo y emocional”. También aseguran que los dispositivos electrónicos pueden generar una desconexión emocional y dificultar la interacción cara a cara, lo que es vital para el desarrollo social y afectivo de los niños.
Por otro lado, suele suceder que las plazas- en los espacios públicos- están deterioradas, son bastante similares unas a otras, con juegos pensados por adultos que no dan lugar a la imaginación y exploración tan característica de las niñeces.
El futuro de nuestras ciudades y de las personas que habitan en ella va a depender en gran parte del rediseño del espacio público, que debe planificarse de forma participativa. Consultando a las personas, observandolas e integrándolas.
– En cuanto a la planificación urbana con enfoque infantil, ¿de qué manera los planes de movilidad urbana podrían empezar a considerar las necesidades de las niñeces y juventudes? ¿Conocés experiencias que ya estén aplicando este enfoque?
La Planificación urbana en movilidad, que generalmente se plasma en lo que se conoce como Plan de Movilidad Urbana Sustentable, tiene por objetivo establecer las directrices y lineamientos para implementar un modelo de movilidad sostenible y seguro, accesible y equitativo mediante la definición de las acciones requeridas a corto, mediano y largo plazo.
La participación pública durante el proceso de elaboración del plan, efectiva e inclusiva ayuda a garantizar el éxito del plan. Los niños, niñas y juventudes son ciudadanos. En consecuencia, se los debe hacer partícipes.
Esto lo plantea Tonucci en “La Ciudad de los niños/as”, cuando establece la posibilidad de que las niñeces sean parámetros. Es decir, en lugar de planificar para un ciudadano medio, adulto, hombre y trabajador, se considere la altura del niño/a. Aceptando así la diversidad intrínseca del niño/a y si es la ciudad es apta para ello/as será apta para todos.
Muchos arquitectos y urbanistas se han referido al tema y destacan la necesidad de planificar contemplando todos los cuerpos que la habitan. Por ejemplo; un niño de 3 años avanza 0,52 metros por segundo. Una persona adulta mayor aproximadamente 0,75 metros por segundo. Una persona con muletas puede tardar 0,80 metros por por segundo. Entonces cuando tenemos en cuenta la diversidad de cuerpos estamos haciendo ciudades inclusivas.
A los niños, niñas y jóvenes rara vez se les consulta, pocas veces se los observa para definir políticas públicas. Es necesario escuchar su voz, sus deseos y sus necesidades para planificar ciudades seguras, sostenibles, lindas e inclusivas.
Se han dado ejemplos de Consejos de niño/as en varias ciudades, se ha trabajado en proyectos como Caminos Escolares Seguros, donde se tomaron en cuenta las necesidades de los niños/as de las escuelas para generar un trayecto más seguro y brindarles mayor autonomía.
En Copenhague, además de una biciescuela para infancias que lleva adelante la Embajada de Ciclismo Urbano, existe una proyecto que fomenta que todos puedan ir a la escuela en bici, con trayectos muy seguros y esto ha generado consecuencias muy positivas: mayor autoestima, se ven más alegres, y saludables, se muestran más sociables, disminuye el riesgo de enfermedades y muestran mayor concentración.
Muchas ciudades han tomado en cuenta estas necesidades, y suman programas o proyectos donde los niños/as y juventudes son protagonistas.

Copenhague es una de las ciudades con mejor calidad de vida en el mundo, donde la bicicleta es el modo de transporte principal, incluso cuando en sus duros inviernos. Foto: Mariana Salvador (2016).


– Sobre la cuestión de la movilidad activa y salud infantil, ¿por qué es importante promover la movilidad activa en niñas, niños y juventudes?
Tiene muchos beneficios, algunos ya planteados y concretamente:
  • obtienen una mayor comprensión y conocimiento de su barrio y ciudad.
  • permite disminuir los altos niveles de contaminación del aire y estrés.
  • comienzan tempranamente a comprender y observar la existencia de las normas de tránsito y esto les ayuda a establecer un sentido de orden y ubicación y empiezan a integrarse a las normas sociales que le permitirán la convivencia en el espacio público.
  • disminuye el sedentarismo y las enfermedades derivadas del mismo.
  • mejora la autoestima y la concentración. 
– ¿Qué medidas concretas pueden implementar los municipios para incentivarla?
Los Municipios pueden realizar diversas medidas para favorecer la movilidad activa; sin embargo se deben complementar unas a otras para asegurar el éxito de las políticas públicas a saber:
  • acciones que trabajen sobre la implementación de la cultura de la bicicleta y la caminabilidad.
  • acciones relacionadas con la infraestructura y seguridad de las personas.
  • acciones que modifiquen la percepción que las personas tienen de la bicicleta y considerarla un modo de transporte cotidiano, además de un elemento deportivo y recreativo.
Esto incluye, por ejemplo: biciescuela para aprender a andar en bici, calles recreativas, pedaleadas, caminatas culturales, ferias de movilidad, campañas de sensibilización hacia todas las edades principalmente en las juventudes, mejorar veredas, o generar separación en las calzadas para que las personas puedan caminar y usar la bici (a veces no son necesarias las ciclovías o bicisendas en localidades muy pequeñas). No obstante deben existir zonas calmas, cruces seguros, bicicleteros, infladores, etc. También se pueden implementar sistemas públicos de bicicletas. Todo esto debe ir acompañado de normativa y, por último, es indispensable involucrar a todos los actores existentes: sector privado, comunidad educativa, ciudadanía y gobierno.

 

– Hablemos del uso del espacio público y la criminalización a adolescentes. En el microcentro tucumano ocurre que hay grupos de adolescentes que andan en bicicleta de manera imprudente y que son asediados por la policía y les quitan las bicis. ¿Cómo podemos pensar estrategias que garanticen su derecho a la movilidad y al esparcimiento sin entrar en conflicto con otros usos del espacio público (como el de peatones en plazas por ejemplo)?
Las estadísticas dicen que los siniestros de tránsito son la mayor causa de muerte en juventudes y niños/as mayores a 5 años. Siniestros donde están involucrados los autos, motos, la velocidad, el alcohol. 
No hay estadísticas que digan lo mismo de adolescentes en bicicleta. En este caso debe trabajarse con la policía sobre la equidad en el uso del espacio público, sería importante realizar campañas de sensibilización hacia estas fuerzas con una fuerte educación vial no autocentrica, como mencioné antes son varias políticas públicas que se deben implementar para lograr con éxito una ciudad para todas las personas. Todos y todas tenemos derecho a usar la calle. Y quienes generan mayor riesgo son los y las conductoras de vehículos motorizados. Las energías deberían concentrarse en que estos últimos cumplan las normas. 
– Desde tu experiencia, ¿qué políticas de movilidad en Santa Fe contribuyeron a mejorar la forma en que las personas, incluidas las infancias, se mueven por la ciudad?
En la ciudad de Santa Fe se han construído ciclovías y bicisendas, se realizan caminos escolares seguros, mejoramiento de entornos escolares, cruces seguros, se creó un sistema público de bicicletas muy exitoso, y se están trabajando otras políticas públicas para mejorar la calidad del espacio público. No obstante sigue siendo una ciudad autocentrica que tiene un gran proceso de transformación por delante.
– Este año el Foro Argentino de la Bicicleta se realiza en Tucumán y busca poner en agenda temas como la movilidad urbana con perspectiva de derechos. ¿Qué importancia tiene que un espacio como el FAB aborde la movilidad desde la mirada de las infancias y adolescencias?
La importancia es que al ser un evento de la ciudadanía, se constituye en una instancia directa de participación pública y articulación con los gobiernos locales. Además de ser una incubadora de posibles futuras políticas públicas. El foro tiene un potencial enorme ya que nuclea experiencias exitosas y un intercambio único.
Notas: 
¹  Según ONU Hábitat, el Derecho a la Ciudad “es el derecho de todos los habitantes a habitar, utilizar, ocupar, producir, transformar, gobernar y disfrutar ciudades, pueblos y asentamientos urbanos justos, inclusivos, seguros, sostenibles y democráticos, definidos como bienes comunes para una vida digna”.
² Entre las externalidades más significativas se destacan la congestión vial, el aumento de los siniestros de tránsito, las emisiones de gases de efecto invernadero y contaminantes locales, la ocupación desigual del espacio público, el deterioro de la calidad del aire y la disminución de oportunidades de movilidad para quienes no cuentan con acceso a un automóvil. Sus efectos también profundizan desigualdades existentes y comprometen el bienestar de generaciones presentes y futuras.
³ Término acuñado por Marc Augé.
⁴ Ver: “Ciudades 8/80” de Guillermo Peñalosa, “Ciudades para la gente” de Jan Gehl y “Muerte y Vida de Las Grandes Ciudades” de Jane Jacobs.
Foto de portada: Niños jugando en el centro tucumano, año 1935. Archivo la Gaceta

Meta Crisis, periodismo desde la periferia. Tucumán, Argentina