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Una mujer embarazada, tres niños y una moto

Reflexiones sobre el derecho a la movilidad en Tucumán

Por Camila Lopez Morales

Una tarde de julio, Florencia, una mujer con un embarazo de 30 semanas, circulaba por el sur de la capital en su moto cuando chocó con un auto, cayó al pavimento y sufrió diversos politraumatismos. No iba sola: viajaba junto a sus tres hijos de 3, 4 y 8 años. Fue internada y debió ser sometida a una cesárea de emergencia. Los tres niños también fueron hospitalizados. Afortunadamente, la bebé nació bien y hoy los cinco están fuera de peligro.
Casi todas las noticias sobre este caso —incluidas declaraciones de funcionarios de salud y de seguridad— apuntaron a la imprudencia vial y a la necesidad de prevenir accidentes “respetando las normas de tránsito”. Se repiten dos reacciones: indignación por ver a cuatro personas viajando en una moto y el llamado a la educación vial. Muchas veces esos comentarios vienen acompañados de una valoración moral y clasista que recae sobre quienes usan este medio de transporte.
Accidentes de este tipo son frecuentes en Tucumán. De hecho, en los últimos meses aumentaron los siniestros viales, y gran parte de éstos involucran a motocicletas. Dejando de lado la indignación selectiva y los juicios de valor, podemos tomar el caso de Florencia para entender por qué ocurren este tipo de accidentes. Propongo dos preguntas: ¿Qué otra alternativa tenía esta familia para moverse? ¿La movilidad es un derecho garantizado en esta provincia?

La movilidad: un derecho y una necesidad

La movilidad es una necesidad y un derecho reconocido a nivel mundial. La Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad (2004), en su artículo 13, establece: 
“Las ciudades deben garantizar a todas las personas el derecho de movilidad y circulación en la ciudad, de acuerdo con un plan de desplazamiento urbano e interurbano y a través de un sistema de transporte público accesible, a precio razonable y adecuado a las diferentes necesidades ambientales y sociales (de género, edad y discapacidad)”.
Entender a la movilidad urbana como un derecho es el punto de partida para pensar soluciones frente al aumento de los accidentes de tránsito
Se trata de un problema complejo que no se resuelve únicamente con educación vial, sino brindando opciones reales para que las personas puedan elegir cómo moverse sin tener que arriesgar su vida. Pensar que el problema de que en una moto viajen cuatro personas se solucionaría con educación vial es como pensar que la gente que come de la basura dejaría de hacerlo con educación alimentaria.
Muchas familias usan la moto para moverse a diario porque el colectivo no llega a sus barrios o porque no pueden pagar ocho pasajes diarios para llevar a los chicos a la escuela, al médico o a donde necesiten ir. Analizar los siniestros viales protagonizados por motos sin mencionar la crisis del transporte público que atraviesa Tucumán es una hipocresía. 
Si desmalezamos los prejuicios de clase y de género vamos a poder ver que el de Florencia es un caso más de una mujer ejerciendo tareas de cuidado como puede, en un contexto de desigualdad y vulnerabilidad social. Tal vez sea hora de empezar a leer a las diversas urbanistas y arquitectas que estudian la movilidad del cuidado y advierten sobre la necesidad de revertir las desigualdades estructurales de las ciudades. Porque los centros urbanos no se construyeron de manera neutral: las decisiones sobre urbanismo y movilidad tienen impactos distintos sobre mujeres y hombres y sobre comunidades de clases bajas y altas. Y en esto, el sistema metropolitano de Tucumán no es la excepción.

Pensemos soluciones: la tríada bici, colectivo y caminata

La tríada transporte público–caminata–bicicleta es un paradigma que muchas ciudades están adoptando para garantizar el derecho a una movilidad sostenible, segura y accesible. Un sistema integrado que garantice que infancias, adultos mayores, mujeres que cuidan y personas con discapacidad puedan moverse sin riesgos ni restricciones.
Diversas estudiosas del urbanismo hablan de la importancia de poner en el centro a los más vulnerables para garantizar el derecho a la movilidad de todos los ciudadanos. Paola Bernal, especialista en Ciudades Amigas de la Infancia de UNICEF España, sostiene:
“Diseñar pensando en las poblaciones más vulnerables, en este caso a los niños y niñas, es hacerlo para todos los grupos de población. Si ellos se sienten seguros, disfrutan de las ciudades y no encuentran obstáculos a su paso, será una ciudad más vivible para todos”¹.
En el año 2024 en Tucumán, 616 niños y niñas fueron atendidos en el Hospital de Niños por accidentes de tránsito². Y el porcentaje se mantiene en lo que va de este año. 
Según la Organización Mundial de la Salud, los traumatismos debidos al tránsito son la principal causa de mortalidad en los niños, niñas y jóvenes de 5 a 29 años.
Es decir que los accidentes de tránsito son una problemática de salud pública, y la falta de acceso a una movilidad urbana segura y accesible pone en juego los derechos de las infancias. 
En este contexto, priorizar el transporte público y la movilidad activa para reducir el uso de vehículos motorizados privados (autos y motos) es un camino para mejorar la seguridad vial y la calidad de vida de los ciudadanos. Esta idea no es nueva en Tucumán: viene siendo planteada hace una década por la asociación civil Meta Bici³. 

El FAB: una oportunidad para debatir sobre movilidad

El 5, 6 y 7 de septiembre, Tucumán fue sede del 7º Foro Argentino de la Bicicleta (FAB), un espacio plural para debatir sobre movilidad poniendo a la bicicleta como eje central de la transformación urbana, social y ambiental en las ciudades argentinas.
El encuentro, organizado por Meta Bici Tucumán y la red Argentina en Bici (ABI), reunió a organizaciones, referentes, activistas y técnicos de provincias como Mendoza, Buenos Aires, Catamarca, Entre Ríos, La Rioja y Santa Fe, y también de Valparaíso (Chile). 
El Foro Argentino de la Bicicleta es más que un encuentro de ciclistas, es una oportunidad para conocer experiencias que contribuyen a garantizar el derecho a la movilidad de todas las personas, sin distinción de clase, género ni edad.
Esta séptima edición se consolidó como un espacio para visibilizar e impulsar debates presentes en la ciudadanía para que lleguen a los tomadores de decisión.
Imaginar un Tucumán más humano, inclusivo y sostenible no es imposible. Se trata de algo simple: que Florencia y sus hijos puedan moverse por la ciudad sin jugarse la vida en el intento.
Notas:
¹ Paola Bernal (UNICEF España), Incluyamos a los niños y niñas en la planificación de las ciudades, Ciudades Amigas de la Infancia, 15 de julio de 2020. Disponible en: https://ciudadesamigas.org/ciudades-diseno-urbano-infancia/
² Fuente: Inés Gramajo, Directora del Hospital de Niños. Consultada por La Gaceta Play, 30 de julio de 2025. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=dyIiJWSMVww 
³ La organización tiene su origen en el año 2015 cuando llevaba el nombre de Ciclovías Tucumán. Años después pasó a llamarse Meta Bici. 

Meta Crisis, periodismo desde la periferia. Tucumán, Argentina